viernes, 6 de agosto de 2010

Wuthering Heights

Ese es el título original del último libro que he leído: Cumbres Borrascosas, de Emily Brontë. Fue publicado por vez primera en 1847, bajo el seudónimo masculino de Ellis Bell, evitando así los prejuicios hacia las mujeres escritoras. La misma decisión tomaron sus hermanas Anne y Charlotte, que publicaron sus escritos bajo los nombres de Acton Bell y Currer Bell, respectivamente.

En el prólogo de la edición que he leído te explican la triste y corta vida de Emily Brontë, quien murió de tuberculosis con 30 años. Cuando apenas tenía 3 años su madre murió, y Charlotte y ella fueron enviadas al colegio en el que estaban internadas sus dos hermanas mayores, el cual sirvió de inspiración a Charlotte en su novela Jane Eyre (romanticismo inglés que también leí con 14 o 15 años). Cuando Emily tenía 7 años, sus hermanas mayores enfermaron de tuberculosis y murieron, lo que llevó a la familia a sacar a las pequeñas del internado.

Cuenta Carmen Posadas en el prólogo que los infantes de esta familia vivían muy aislados de la sociedad y envueltos en un mundo de ficción y fantasía, y que eran de salud muy delicada. De estas circunstancias nacieron tres escritoras y un pintor, aunque el hermano de las Brontë no salió tan bien parado, pues fracasó como artista y cayó en el alcoholismo, siendo nuestra Emily quien soportó con paciencia su adicción.

En Cumbres Borrascosas pueden encontrarse muchas pinceladas de esta triste historia aplicadas en sus personajes. La vulnerabilidad del ser humano está presente en cada uno de ellos. En esta historia no hay ni buenos ni malos, hay personas susceptibles al cambio, tanto para bien como para mal y según en qué momento y en qué circunstancia. No es la típica novela inglesa romántica del XIX, como ocurre con Jane Eyre, es mucho más. Muestra la realidad psicológica del ser humano, en la que todos somos influenciables y en la que el límite entre el bien y el mal no es algo externo ni es una ley universal, sino que lo marcamos nosotros en nuestro interior sin tener una ubicación fija. Esta visión, para mí la más correcta en relación a las personas, es la que llevó a esta novela a ser duramente criticada en su época. Ante la espera de una historia de amor incondicional, sus lectores se encontraron que éste iba acompañado de lo más salvaje y amargo del ser humano. Las gentes del XIX no lograron aceptar un amor tan corrompido por los celos, la ira y la destrucción, y mucho menos en personajes de alto nivel social.

Si eligiera entre Jane Eyre y Cumbres Borrascosas, me quedaría con esta última. Aunque también he de decir que con 14 o 15 años habría elegido la primera. No sólo por la historia en sí, sino por su lectura. Jane Eyre es un cuento de amor lleno de penalidades y con un final feliz, y de alguna manera mientras lo lees sabes que acabará más o menos bien. Pero Cumbres Borrascosas... Hay momentos en que te dan ganas de matar a los personajes, y al poco sientes una gran lástima por ellos, y lo más curioso, para mí ni uno solo se libra de estos sentimientos, ni siquiera la mujer que cuenta la historia. Ni uno solo de los personajes te deja indiferente... como la vida misma, se me antoja decir.

También destacar la riqueza de su vocabulario, he tenido que tirar de diccionario en varias ocasiones.

Curioseando por la web, he visto que la historia de amor de Heathcliff y Catherine ha servido de inspiración a varias películas y dramatizaciones. También es protagonista de un musical y, lo que más me ha chocado, una canción famosísima de Kate Bush que he escuchado mil y una vez en la radio y que lleva el título de la obra. Su letra, como la novela, denotan la complejidad del amor de los dos personajes:

Out on the Wiley, windy moors
We'd roll and fall in green
You had a temper like my jealousy
Too hot, too greedy


How could you leave me?
When I needed to possess you
I hated you, I loved you too

Bad dreams in the night
They told me I was going to lose the fight
Leave behind my Wuthering, Wuthering
Wuthering Heights

Heathcliff, it's me, Cathy's come home
I'm so cold, let me in your window

Heathcliff, it's me, Cathy's come home
I'm so cold, let me in your window

Oh it gets dark, it gets lonely
On the other side from you
I pine alot, I find the lot
Falls through without you


I'm coming back love, cruel Heathcliff
My one dream, my only master

Too long I roam in the night
I'm coming back to his side to put it right
I'm coming home to Wuthering, Wuthering,
Wuthering Heights




Heathcliff, it's me, Cathy's come home
I'm so cold, let me in your window
Heathcliff, it's me, Cathy's come home
I'm so cold, let me in your window


Oh let me have it, let me grab your soul away
Oh let me have it, let me grab your soul away
You know it's me...




Se trata de la canción más famosa de Kate Bush, con la que la cantante debutó en 1978, y la llevó a ser la nº 1 en las listas británicas durante varias semanas. En el vídeo, Kate danza entre la niebla de un escenario, con una expresión de locura, simulando a Catherine llamando a Heathcliff desde la muerte, ansiando reencontrarse con él. 





Para terminar, algunos fragmentos que he econtrado, pues el libro ya no está entre mis manos.

"¿Por qué me mintió hasta el final? ¿Dónde se encuentra? Aquí no... en el cielo tampoco... y no se ha extinguido... Entonces ¿dónde está? ¡Ah! dijiste que no le importaba nada mis sentimientos. Pues yo voy a rezar una plegaria y a repetirla hasta que la lengua se me seque: ¡Catherine Earshaw, ojalá no encuentres descanso mientras yo siga con vida! Dijiste que yo te había matado, pues entonces persígueme. Las víctimas persiguen a sus asesinos. Yo creo que hay fantasmas que vagan por el mundo, lo sé. Quédate siempre conmigo, bajo la forma que quieras, ¡vuélveme loco! Pero lo único que no puedes hacer es dejarme solo en este abismo donde no soy capaz de encontrarte. ¡Oh, Dios mio, es inconcebible! ¡No puedo vivir sin mi vida! ¡No puedo vivir sin mi alma!".

"He tenido algunos sueños en mi vida que se me han quedado dentro para siempre y han cambiado totalmente mi forma de pensar; se han ido metiendo cada vez más hondo en mi ser, como el vino cuando se mezcla con agua y me han teñido el alma de otro color. Te voy a contar uno de ellos, pero por favor procura no reirte en ninguno de su tramos".







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