jueves, 26 de mayo de 2011

De vuelta al equilibrio


Vuelvo a sentirme.
Vuelvo a escucharme.
Recupero mi centro y reflexiono sobre esta vorágine.

¿qué ha pasado?
¿Es bueno darlo todo en aquello que a uno le apasiona?
¿TODO?
Empiezo a comprender que no.

Se me olvida que el proceso es más importante que el producto.
Se me olvida tantas veces esto...


¿De qué sirve un resultado perfecto si en el camino hacia el mismo no he sido feliz? 
Lo sé.
Es genial el reconocimiento de un buen resultado.
Pero... ¿Y si el resultado, además del proceso, tampoco fuese satisfactorio?


Viene la tristeza, la rabia, la frustración... 
Mal, muy mal. Algo no se está haciendo bien.
Alguna parte del proceso ha fallado.
Párate y observa lo que ocurre.


Y justo ahí, es donde aprendo.
Llega la luz al inconsciente.
De repente puedo verlo.
Consigo verme y reconocerme.


Sí, me doy cuenta.
Ahora soy consciente.
Es un automatismo más. 
Uno de tantos por reeducar en el vivir.


Un no tener medida en el dar y olvidarse de uno mismo.
Un no querer escuchar a quien te dice preocupado que comas bien y que descanses, acogiéndolo como crítica.
Un sentirse imprescindible cuando sencillamente eres necesario.
Un chocarse contra la realidad cuando tu cuerpo te pide a gritos: ¡Para! ¡Necesito tu atención! ¿No ves que me estás haciendo daño?


Poco a poco.
No tengo prisa.
Tarde o temprano será camino transitado.

Grandes lecciones las de los últimos días.


Os dejo con una foto de la Performance "Tetris Humano" del II Encuentro de Teatro Social que organicé con JOCE Salamanca.


"Que no te dirijan, sé tú mismo"


Porque la verdadera belleza está en la autenticidad

2 comentarios:

  1. Creo que te mereces un descanso....

    Me encanta la segunda foto!!!..tienes buen ojo!



    Un besito...

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  2. Ya me he dado el descanso. De ahí mis reflexiones.
    He ordenado mi cabeza.

    Gracias, la foto es del Águeda, en Semana Santa.
    Un besazo!!!

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