"-Aaaah... Eso es como trabajo social.
-No, no, es diferente, también trabajamos para ayudar a personas pero desde el punto de vista educativo.
-¿Ein?
-Vamos a ver, en el campo de lo social desempeñan su función equipos de psicólogos, trabajadores sociales, terapeutas, sociólogos, pedagogos, etc, que unen sus esfuerzos para mejorar la vida de las personas. En estos equipos multidisciplinares el educador social desempeña su función educativa para mejorar la calidad de vida.
-¿Y que enseñáis?
-Pues mejora de la autoestima, habilidades sociales, prevención de riesgos, autocontrol, empatía, y un largo etcétera. En definitiva, buscamos el desarrollo integral de la persona.
-Ah, trabajáis con drogadictos y gitanos.
-Entre otros. En realidad podemos trabajar con cualquier persona."
Esta conversación la puede tener cualquier educador social, y lo peor de todo es que la mayoría de las veces la gente se queda con la misma cara de pasmado. De ahora en adelante no me meteré en estos embolados. He encontrado una única respuesta: lo que estudio es cómo educar a personas para la vida, independientemente de si tienen problemas o no, pues todos somos susceptibles a la mejora.
Dicen que este desconocimiento e invisibilidad de nuestra profesión viene principalmente por el hecho de que es una titulación joven, pero la realidad es que nuestros colegios profesionales ya están tardando en encontrar nuestra ubicación en el mercado laboral. No sé a qué viene tanta meditación cuando es evidente la necesidad de este apoyo a la sociedad. Bueno, en realidad sí lo sé. Hoy mismo lo he visto en las noticias: disminuye en un 7% el dinero destinado a la educación respecto al año pasado. Con sólo ver el estado de la educación formal, me echo las manos a la cabeza pensando en cuándo se invertirá en el campo de la educación no formal, que es la parte que me toca.
He encontrado un vídeo que explica muy bien quiénes somos, a qué nos dedicamos y qué buscamos y por qué.
Ahí va:
En verdad os digo que me apasiona lo que estudio. No sólo por la relevancia social que tiene en términos de transformar la sociedad, que ya en sí me entusiasma, sino porque estos dos años de carrera han cambiado mi vida. Por eso creo en la educación social, porque la estoy experimentando en mí misma y sé que funciona. Si miro atrás y me busco en mi primer día en la facultad, no me reconozco: me sentía insegura porque me veía mayor a mis compañeros e inferior en mis conocimientos, con una baja autovalía respecto a los estudios, de vuelta a Salamanca tras cinco años en Menorca, dejando atrás una vida, que aunque no fuese espléndida, era mi vida. En Salamanca no tenía nada ni a nadie.
Mis compañeros y mis profesores me han reeducado. Me han dado el gran regalo de redescubrirme a mí misma. He cambiado noches de cerveza por tardes de teatro y actividades de denuncia y concienciación social, he pasado de lamentarme por todo a vivir con intensidad y alegría todo lo que hago, y he pasado de autoculparme por todo, a sólo responsabilizarme de lo que realmente era un problema propio. He encontrado un sitio en Salamanca, un sitio cómodo y agradable, entre personas que aprecian la autorrealización personal y el aprendizaje continuo de una manera sana y cooperativa.
Intento no pensar que esto se acabará algún día, y que si el escenario y los actores cambian, se parezcan lo más posible a lo que tengo ahora. Pero bueno, a pesar de que el Plan Bolonia no me convence mucho por su elitismo, he de reconocer que tengo que agradecerle el hecho de que me tenga que quedar otro año más para convalidar mis estudios con el Grado.
Por último, os voy a hacer un regalo. Mis profesores en numerosas ocasiones nos mandan tareas bastante peculiares. Pues bien, tengo una asignatura llamada Educación para la Salud, donde trabajamos el bienestar personal, social y ecológico desde la prevención y la intervención educativa como formas de hacer que las personas tengan mejor calidad de vida. Es decir, abandonamos el concepto tradicional de salud definido como ausencia de enfermedad, para hablar de la salud en un sentido infinitamente más amplio. Desde lo más grande, como luchar contra la contaminación en China, hasta lo más pequeño, como dar un abrazo a alguien que lo necesita.
A lo que iba, el regalo. Pues resulta que mañana tenemos que entregar la siguiente tarea: buscar una canción que eduque para la salud y llevar la letra en Word o Power Point para que puedan leerla los compañeros a la vez que la escuchan (vamos, que mañana toca karaoke en clase, jeje), y a mí como me encanta montar vídeos, lo he preparado todo en uno. Ese es el regalo, el preestreno de mi trabajo. ¡Ale, majos, hasta otro día!
A mí ya no me suena a chino aunque cada día lo entiendo un poco mejor. Además el último año trabajé con una educadora social. Tanto Mayte como tú estáis hechas para ese trabajo. Es una gozada sentir la pasión que transmites por tus estudios y tu futuro trabajo. Vocación, sin duda. El vídeo ideal, la letra de Sabina buenísima y con la voz de Chavela un plus. Seguro que serás una gran educadora aunque me da que vas a tener que aprender a no implicarte emocionalmente en tu trabajo.
ResponderEliminarEs de admirar la pasión que pones en todo lo que cuentas, y seguro que en todos los aspectos de tu vida. Mi consejo, al igual que el de Atalanta, es que no te voincules emocionalmente a tu trabajo. Y el talento se nota.
ResponderEliminarLa labor del educador social es complicada hoy en día. Sobre todo porque parece orientada para toda la sociedad y seguro que el rechazo a su implantación por parte de la mayoría de la sociedad es un hecho incuestionable. Yo creo, y más desde que soy padre (sumado al hostión laboral), hecho el cual ha cambiado radicalmente mi forma de ver la vida.
También teneis que luchar contra un intrusismo profesional impresionante. Hoy en día cualquiera imparte terapias emocionales, coachings, etc. Adelante. Tu trabajo, exquisito, ya nos contarás que tal lo reciben tus compis.
Otra cosa: ¿Por qué narices se desplaza uno tan mal por tu blog? ¿Sólo me pasa a mí?
Soy consciente de que tengo que trabajar el autocontrol emocional en todos los aspectos de mi vida, para nosotras es más complicado, pero se puede conseguir, lo intento día a día.
ResponderEliminarNo tengo claro si el trabajo habría sido un éxito o no, porque no he podido ir a clase. Tendré que enviárselo al profe por mail. Me he caído de La Nena cuando iba a la facultad, me han dado tres puntos en la ceja y la médica me ha mandado a descansar a casa. Menuda mañanita que llevo...
Ah, Crusti, no sé por qué no puedes ver bien mi blog. ¿A alguien más le sucede esto?
ResponderEliminar¡¡¡¡Pero chica, qué dices!!!! ¿Ya te has pegado un piñazo?, anda que.... Bueno, que la recuperación sea pronta, y vuelvas a coger la bici con más ganas, jeje.
ResponderEliminarA mi también me pasa lo que dice Crusti (supongo), no es que se vea mal, sino que es muy lento para desplazarse "arriba-abajo", se queda medio atascado y va "como a tirones". Yo ne tengo ni idea de esto, pero pienso en que pueda ser la plantilla, que esté muy "cargada", o algo del diseño, porque a veces, que no sale el texto con el fondo sombreado sí va más rápido, aunque no se lee bien el blanco sobre el fondo claro (pero vamos, que como digo no tengo ni idea, quizás el problema sea de mi ordenador, aunque no me pasa con otros blogs ni páginas).
Alicia, es lo mismo que dice Ciego.
ResponderEliminarPues tendré que cambiar el diseño!! Lo extraño es que a mí me vaya perfecto, no?
ResponderEliminarSí, cieguino, sí, me piñé pero bien... Mañana ya me quitan los puntos, a ver como queda ese ojo, y el moratón de la cadera sigue dando lástima, y aún me molesta. Eso sí, hoy ya he estado todo el día con la bici again, jeje.