Atraer el éxito

-Pero... ¿a qué llamas tener éxito? ¿A ser rico? ¿A conseguir todo lo que deseas?

-Bueno, quizá... Aunque a mí, qué quieres que te diga, eso se me queda chico.

-¿A qué te refieres, entonces?

-Pues... Mira, yo creo que el éxito va mucho más allá. No se trata de poseer cosas y recursos, ¿sabes? Para mí, tener éxito sería sentir que tengo una vida plena y significativa en la que pueda lograr lo que de verdad me gustaría -estar sano y sentirme feliz y seguro con mi pareja y con mi familia y amigos, con mis estudios y mi trabajo, con mis posibilidades y limitaciones; también cuando pinto o cuando escribo, o cuando construyo puentes entre lo que soy y los que me rodean-, en resumen, llegar a ser el tipo de persona que anhelo ser.

-Veo que eres consciente de que eso que dices va mucho más allá de tu supervivencia...

-¿Acaso es malo?

-No, no, claro que no. Eres un ser humano, y tus necesidades no son sólo básicas. ¿Nunca te hable de la Pirámide de Maslow?

-Me suena...

-Mira, es esta:

-Fíjate bien, todo eso necesita el ser humano para sentirse pleno.

-Guaauu... ¿A ver? Déjame mirar... Ah, ahí lo veo. ¡El éxito está justo antes de la autorrealización!

-¡Equilicuá!

-Y... ¿me estás diciendo que puedo atraer el éxito a mi vida?

-Sí, eso es lo que te estoy diciendo.

-¿Cómo?

-De la misma forma en que atraes los fracasos a tu vida.

-¡Yo no hago eso! Estaría loco...

-Chhhhhhhhhhhssst........ A callar o...

-Claro que atraes fracasos a tu vida. ¿Sabes qué dijo Roosvelt una vez? Sí, Roosvelt, aquel que fue presidente de EEUU.

-A ver... ¿qué dijo?

-Pues Roosvelt, dijo una vez: "Lo único que tenemos que temer es al temor mismo".

-Aaaah... ¿y?

-Pues que el temor sólo sirve para atraer aquello que no queremos.

-No entiendo...

-Es sencillo. Escucha. El miedo es una emoción. Y no sólo eso, es una emoción muy, muy poderosa. Se crea una energía tan poderosa que si además está unida a una imagen de lo temido, crea las circunstancias ideales para que suceda lo que justamente se teme. 

-¡Es verdad! Recuerdo aquella vez que tuve que hablar en público por vez primera, y temía equivocarme y quedarme en blanco, y ponerme nervioso al pensar que todos me mirarían...

-¿Y qué le pasó?

-Pues que cuando me vi allí, mi cuerpo temblaba, no era capaz de ordenar mis ideas, y para colmo los folios en mi mano temblaban tanto que no era capaz ni de leer con claridad. Todo lo trabajado en casa se quedó en la cuarta parte por no saber controlar mis miedos.

-Pues ahora yo te digo otra cosa. En vez de gastar energía en hacer desaparecer un miedo que emerge de nosotros mismos... ¿por qué no mejor directamente hacemos emerger el éxito en vez del miedo?

-No sé yo si eso se puede hacer...

-¡Claro que se puede hacer! Si en el ante-fracaso sentimos la desconfianza, el desequilibrio, la pérdida... ¿por qué no educar a nuestra mente a visualizar todo lo contrario? ¿por qué no pensar desde la confianza, el equilibrio y el ganar? Si un proceso sirve para lo negativo, ¿por qué no va a servir hacia lo positivo? La dualidad existe en la naturaleza, y nosotros pertenecemos a ella. Incluyamos mejor la imagen de un "yo positivo", donde seamos el tipo de persona que queremos ser, donde vivamos la vida que queremos vivir, donde seamos personas sanas y felices, y donde nos veamos rodeadas de amigos y oportunidades.

-Está bien, lo intentaré...

"Soy feliz, hoy me siento feliz, y lo estaré todo el día y en cada momento"

"Mi actitud ante la vida es positiva y me mantendré así a cada instante"

"Sólo atraigo hacia mí a gente cordial, amena, amistosa y que me desea el bien"

"Irradio luz y felicidad y esto hace que sólo atraiga eso a mi vida"

"Soy un persona plena y sólo busco eso en mis contactos y en mis tareas"

"Realizo todo con felicidad y de este modo voy atrayendo nuevas y mejores posibilidades a mi vida"

...y así será...

Gracias  a A. de nuevo, qué fácil se entiende todo contigo...