Allá en La Moraña de Ávila, se encuentra...
¡El pueblo de mi madre!
Una pequeña aldea que no hace honor a su nombre, pues en la misma ya sólo viven unas 5 personas y dos o tres que se acercan diariamente.
Se cree que el nombre de la comarca, La Moraña, significa Tierra de Moros (morania), aunque también los hay que piensan que ese nombre proviene de maraña, por el alto número de municipios que pueblan la zona. De hecho, mi padre es de Crespos, por lo que sangre morañega corre por las venas de esta salmantina.
Tierra uniforme salpicada con alguna colina y donde prevalece el cultivo de cereales, legumbres y el pastoreo ovino. Mis abuelos, agricultores y pastores de toda la vida.
El amarillo ya hace tiempo que tiñe el paisaje de Villamayor |
Suelo ir dos veces seguras al año a Villamayor: en Nochebuena y en San Pedro. Este último es el patrón del pueblo y coincide con el cumpleaños de mi abuelo, por lo que se ha convertido desde hace tiempo en fecha clave de encuentro familiar junto con la cena de Navidad.
La fiesta de San Pedro comienza con la misa en esta pequeña iglesia.
Después de la misa, comienza la procesión que recorre todas las calles del pueblo, algo que se hace en menos de quince minutos por las dimensiones del lugar.
Este año, el pequeño Tontusko participó activamente
en las fiestas por segunda vez consecutiva
El Santo al paso por la casa de mis abuelos |
Cada año, un vecino del pueblo es el Mayordomo, que es quien, como dice mi abuela, "al que le toca el palo", al cual se le concede durante la misa. Es la familia del Mayordomo quien se hace cargo del convite ese año en el pueblo, que consiste en unas bebidas y unas pastas, y que, como símbolo de honor, recibirá a la gente y a los músicos en la puerta de su casa.
Este año tocó frente a nuestra casa, aunque no éramos nosotros los encargados del convite, sino la familia de la Señora Carmen, vecina de la plaza.
Y después de bailar y beber un ratillo, cada familia se dirige a su respectivo hogar a ponerse las botas y pasarlo en grande.
Y en estas reuniones es cuando una se va enterando de algunas cosas que en el pasado se han venido sucediendo desapercibidas a los ojos de algunas, que por motivos de trabajo, durante diez años y a excepción del pasado San Pedro, nos hemos perdido las tradiciones familiares de verano.
Comentando la celebración de San Pedro, pregunté en la mesa que quién fue el último mayordomo de nuestra familia. Bromeando, mi primo contestó que ni se acuerda, pues llevamos más de una década sin serlo, y que seguro que nos tienen de ratas en el pueblo.
Resulta que la última vez que tuvimos un mayordomo en la familia G., fue hace 12 años, y justo ese año murió una hermana de mi abuelo a la que adorábamos, lo cual supuso un palo enorme para toda la familia.
Y que la vez anterior en la que habíamos tenido al mayordomo en casa, había muerto el tío de aquella que murió hace 12 años, hermano de mi bisabuela, cuando yo contaba con pocos años.
Y que la vez anterior a la muerte del tío de mi abuelo en la que había habido mayordomo en casa, y de esto hace ya tanto que yo ni siquiera había nacido, a mi abuelo le dio apendicitis, acontecimiento que se vivió con bastante miedo, pues mi bisabuelo murió de dicha enfermedad cuando mi abuelo sólo tenía 9 añitos.
Resulta que por ende, en mi familia nadie se atreve a tomar "el palo", como dice mi abuela, y no sólo eso, hay miembros que se niegan rotundamente a que otro lo haga.
No seré yo quien lo pida.
He aquí la razón por la que no hay mayordomos en la familia G. de Villamayor en la última década, ni creo que los haya en muchos años.
A mi familia
me gusta!!! un 10
ResponderEliminarEstos relatos de la "España profunda" nos llevan a nuestros origenes, viene muy bien no perder el contacto con esta realidad para no perder el Norte....... besos preciosa. (Medina Al-zahara pendiente)
ResponderEliminarManuel...
ResponderEliminarUn cachito de historia morañega... Si no te gusta a ti... Un beso! Y otros cuantos para la family!
Pilar...
Me gusta saber de mis antepasados. Tengo los datos para crear mi árbol genealógico, lo que no tengo es tiempo para plasmarlo. La verdad es que es tarea pendiente, sé que a mis abuelos les gustaría verlo terminado. Medina Al-zahara en otoño va bien, ¿no? Verano va a estar chunguillo. Besicos mil!!