La suerte está echada

Como ya mencioné por aquí, me había marcado un pequeño-gran reto: correr en la San Silvestre de Salamanca. Pues... Ahí lo tenéis: ¡mi primer dorsal! ¡Ya estoy inscrita en la carrera!

Digo "pequeño-gran reto", porque al principio lo veía... No imposible, pero sí chungo. Ahora con los entrenamientos cada vez lo veo más viable. Sin ir más lejos, el domingo pasado fuimos desde la zona de la Estación de Autobuses hasta la Aldehuela por la ribera del río: unos 6'5 km en 40 minutos, según mi acompañante y "personal training", jeje...

Para mí eso ya es como ganar una carrera, jajaja. Y es que quien me vea tiene que flipar: cada vez que me supero en tiempo me marco un pequeño sprint y levanto los brazos como si fuese una super-campeona. Esta vez tocó al lado de los puestos del mercadillo... Ya os podéis imaginar.

En resumen, que me veo capaz. Eso sí, soy consciente de que me va a hacer pupita. Voy a acabar reventada. Fijo.

No puedo entretenerme mucho más. Os dejo alguna foto de una pequeña ruta que hicimos el miércoles cerca de Candelario en compañía de Currini y Nuca (la perrilla de mis padres, que ha estado conmigo durante el puente). No vi mucha nieve, que era mi deseo, pero gracias a las lluvias vimos unas bonitas cascadas por los deshielos. ¡Un abrazo y feliz fin de semana! ¡Suerte a los que vais a correr en Castellón!

¿Frío yo? En la vida...

Ahí tenéis las cascadas

Esta foto sufrió cuatro intentos previos.
Una prueba:

Viento+temporizador fue el resultado de unas cuantas risas
y de hacer el payaso un ratito...

Currito que no me hacía caso para la foto y Nuca
en pleno aullido